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馃 Tayta Chips: El snack saludable hecho con papas nativas peruanas que est谩 conquistando a los j贸venes

  En un mundo donde la alimentaci贸n consciente y el cuidado personal est谩n en auge, Tayta Chips se presenta como la mejor opci贸n de snack saludable para quienes buscan sabor, tradici贸n y nutrici贸n en un solo empaque. Esta innovadora marca peruana transforma papas nativas y otros ingredientes andinos en chips peruanos horneados , deliciosos y sin culpa. 馃尡 ¿Qu茅 hace especial a Tayta Chips? Tayta Chips no es una papa frita com煤n. Es una l铆nea de snacks horneados a base de ingredientes naturales y nativos , como: Papa andina de colores Camote morado y amarillo Pl谩tano de la selva Yuca Sacha Inchi Estos superalimentos no solo aportan sabor, sino tambi茅n nutrientes esenciales, convirtiendo a Tayta Chips en una de las mejores alternativas saludables a las papas fritas tradicionales. ❌ ¡Sin oct贸gonos, sin culpa! A diferencia de muchas marcas del mercado, Tayta Chips es un snack sin oct贸gonos . Gracias a su bajo contenido de sal, grasas saturadas y ausencia de g...

 

C贸mo un cheesecake en Trujillo impuls贸 la primera expo de un artista joven馃嵃

Bruno ten铆a 22 a帽os, muchos dibujos y m谩s dudas que certezas. Estudiaba dise帽o gr谩fico, le apasionaban los colores terrosos del norte, las l铆neas que evocaban mitolog铆as y los rostros que encontraba en el micro. Dibujaba en servilletas, en las hojas del cuaderno de apuntes, en la pantalla de su tablet. Sus amigos lo animaban a mostrar su trabajo, pero 茅l siempre dec铆a lo mismo: “a煤n no estoy listo”.

No se trataba de talento, sino de algo m谩s profundo. El miedo al juicio, a no estar a la altura. Sent铆a que exponer era algo lejano, reservado para artistas "grandes", con a帽os de experiencia o contactos en galer铆as. Lo suyo, pensaba, a煤n no merec铆a pared.

Todo cambi贸 una tarde que no parec铆a especial. Una amiga lo invit贸 a conocer una cafeter铆a en el centro: Amaru Bites. “Tienen cheesecake de camu camu”, le dijo. Bruno no hab铆a probado camu camu m谩s all谩 de jugos en el mercado. Dud贸. Pero fue.

Desde que entr贸, algo le llam贸 la atenci贸n. La decoraci贸n era c谩lida, con tonos tierra, cuadros peque帽os, frases en paredes que no pretend铆an ser virales, solo sinceras. El aroma lo envolvi贸: caf茅 reci茅n hecho, un dejo de vainilla y fruta 谩cida. No era un lugar pretencioso, pero ten铆a alma. Y eso lo hizo quedarse.

Pidi贸 un cheesecake, m谩s por compromiso que por deseo. Cheesecake de camu camu. El primer bocado lo sorprendi贸: cremoso, 谩cido en el punto justo, dulce sin empalagar. No era un postre, era una sensaci贸n. Mientras com铆a, mir贸 a su alrededor. En una esquina, una pareja revisaba portafolios. En otra, alguien escrib铆a en una libreta con auriculares puestos. Era un lugar de creaci贸n. Sin darse cuenta, sac贸 su cuaderno y comenz贸 a dibujar.





Esa noche, pens贸 que tal vez, solo tal vez, s铆 estaba listo. ¿Y si no necesitaba una galer铆a? ¿Y si bastaba con un lugar que hiciera sentir en casa? ¿Y si ese cheesecake no solo era delicioso, sino un impulso?

Volvi贸 al d铆a siguiente. Pidi贸 hablar con alguien del equipo. Les cont贸 su idea: quer铆a exponer algunas ilustraciones. No esperaba mucho. Pero lo escucharon con inter茅s. Le pidieron ver su trabajo. 脡l, temblando un poco, sac贸 su tablet y mostr贸 sus bocetos: criaturas andinas con est茅tica pop, escenas urbanas llenas de color, texturas que parec铆an tejidas.

Lo que sigui贸 fue simple pero poderoso. Le ofrecieron una pared. Le dijeron: "Tenemos espacio, si t煤 tienes ganas". Y eso bast贸.

Bruno prepar贸 10 piezas. Las imprimi贸 con la mejor calidad que su presupuesto le permiti贸. No hizo gran inauguraci贸n, solo subi贸 una historia: “Mi primera expo. Caf茅, cheesecake y arte en Amaru Bites”. Llegaron sus amigos, algunos profes, incluso una se帽ora que vio el post compartido en Facebook y le record贸 a su nieto.

Durante ese mes, Bruno pas贸 muchas tardes all铆. A veces alguien preguntaba por sus dibujos. Otras veces nadie dec铆a nada, pero 茅l los ve铆a mirar. Eso bastaba. En una ocasi贸n, una chica se le acerc贸 y le dijo que una de sus ilustraciones la hab铆a hecho llorar. Era un retrato de una mujer con ojos de colibr铆. 脡l sonri贸, nervioso, y le regal贸 una postal.

Ese cheesecake en Trujillo no solo fue un postre: fue un punto de partida. Un espacio c谩lido donde un artista emergente se sinti贸 v谩lido, escuchado, impulsado. Donde no necesit贸 permiso para empezar, solo una mesa, una idea y un poco de valor.

A los meses, Bruno fue invitado a una feria juvenil de arte en Lima. Cuando le preguntaron por su experiencia previa, habl贸 de su expo en Amaru. “Fue en una cafeter铆a”, dijo. “Pero para m铆, fue el mejor lugar donde pude comenzar”. Y eso lo cambi贸 todo.


Amaru Bites no es solo una confiter铆a. Es un punto de encuentro para los que necesitan una pausa, un empuj贸n, una excusa para seguir creyendo en s铆 mismos. Los estudios de mercado muestran que el 38.5% de los consumidores j贸venes busca un postre como forma de recompensa emocional. El cheesecake, lejos de ser solo un dulce, se convierte en ritual. Bruno lo vivi贸 as铆.

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